Jueves 22 de junio de 2017
Hora: 7:30 a 9 am
Lugar: Emisora
Comunitaria Tierra Libre 107.7 FM
(((Encuentro de Pueblos )))
Acercándose a las comunidades con las historias y las
crónicas que hacen que amemos nuestros pueblos, nuestra gente, nuestra
historia. Hoy conversando con José Gregorio Azuaje sobre las Barberías de
nuestro municipio Trujillo, No se puede hablar de una barbería o de un barbero
sin remontarse al pasado, de allí vienen todas las historias, allí viven como
poesías de vida que hay que volver a decir, a cantar y contar. "No hay que
olvidar el pasado. Hay que mirar el pasado como una historia (...) Yo encuentro
inspiración en todas partes: en la cultura, en la Historia, en los libros... El
conocimiento de la Historia les dará la forma de sentirse seguros y bien con
ustedes mismos...Entonces triunfarán en su propio ser y en sus
talentos..." Aldo Coppola, estilista italiano. "
"Quizás las manos
grabadas en la caverna de esta imagen, de cerca de 20 mil años de antigüedad,
hayan sido las primeras en cortar el cabello humano, o darle alguna forma
distinta de lo natural. El arte de cortar o modelar el cabello, es sin duda,
uno de los más antiguos en la historia de la humanidad. En las sociedades
paleolíticas primitivas, quienes cortaban el pelo eran las personas con más
autoridad en los grupos sociales. Se pensaba que en el cabello residía el alma
de la gente, que era una manifestación de los pensamientos. Cortarlo era una
forma de quitarse la esencia de lo malo acumulado en ellos y renovar energías.
Por eso esa tarea era confiada a los más sabios, a los sacerdotes. Se han
encontrado afeitadoras hechas con piedras afiladas de la Edad del Bronce, de
3.500 años de antigüedad, en excavaciones en Egipto." Entre los antiguos
egipcios, los barberos eran personas distinguidas y respetadas. En la tumba Nº
45, en el Bajo Cementerio de Tebas, se halló una estatuilla de 46 cm. de alto,
perteneciente a la 18a. Dinastía o quizás anterior. Es decir, de cerca de 3.300
años de antigüedad. La imagen representa al barbero Meryma'at. El era el
encargado de afeitar a los sacerdotes del templo de Amón. Este era un ritual
que se cumplía cada 3 días, y consistía en afeitarles íntegramente todo el pelo
del cuerpo, del rostro y de la cabeza. Los egipcios pensaban que eso contribuía
a la pureza de sus funciones sacerdotales. Esta estatuilla, en la cual se ve a
Meryma'at usando una falda con pliegues y con una peluca que adorna su cabeza,
demuestra la importancia que tenían los barberos en el templo de Amón, y la
alta categoría de su función. En la Antigua Grecia, el oficio de barbero se
volvió muy popular. Cerca del siglo V AC, el estilo de los hombres era de
cabellos enrulados y barbas, las cuales recortaban, enrulaban y peinaban. A
esta tarea se dedicaban los barberos.
Un usuario de nuestros programas radiales se acercó para hacer un llamado a la policía del estado para controlar el orden en el mercado municipal de Trujillo,igualmente aprovecho par hablarnos de algunos peluqueros trujillanos.
El arte de cortar y arreglar las barbas
llegó a ser una profesión en la Antigua Grecia. Es allí donde se formaron las
primeras barberías, que llegaron a ser puntos de reunión, como clubes, para los
hombres, donde se reunían y conversaban sobre temas filosóficos, políticos o
comunales. Esas barberías eran para ellos tan importantes como punto de reunión
como el Agora, la plaza pública. La tarea de estos barberos era, además de
cortar y peinar los cabellos y barbas, masajearlos, cepillarlos y darles brillo
con lociones, pomadas y cera de abejas. Como el pelo de los griegos era
generalmente de colores oscuros, también lo teñían de rubio. El toque final era
perfumarlos con esencias a base de flores y aceite de oliva. Las mujeres hacían
sus cortes y sus peinados dentro de sus hogares, asistidas por sus criadas. En
el siglo III AC, Alejandro Magno conquista casi todo el Asia y pierde varias
batallas contra los persas a causa de las barbas de sus militares. Los persas
los agarraban fácilmente por las barbas y los desmontaban de los caballos,
ganando superioridad en las batallas. Alejandro Magno dio entonces la orden en
todos sus dominios que los soldados debían tener su rostro completamente
afeitado. Al poco tiempo, los civiles siguieron la moda y las barbas se dejaron
de usar. A mayores afeitadas, más trabajo tuvieron entonces los barberos,
quienes ahora debían atender a sus clientes cada dos o tres días. En el Imperio
Romano, hasta esa época los hombres usaban barbas y cabellos largos. Pero la
influencia de los griegos les trajo la moda de los barberos y las barberías. En
el año 296 AC, Ticinius Mena, un senador romano, vuelve a Roma desde Sicilia e
introduce la costumbre de las barberías. Según cuenta Plinio el Viejo, el
primer romano importante que apareció afeitado fue el general y cónsul Escipión
el Africano. Así aparece su imagen en una moneda del siglo III AC. A partir de
esa fecha, ése será el estilo de los hombres en Roma, hasta casi la caída del
Imperio, donde vuelven a usarse las barbas y los cabellos largos. Los barberos
se llamaban tonsores, y también entre los romanos, la profesión de tonsurar era
muy respetada. Los romanos cuidaban mucho su aspecto, y pronto las tonstrinae
(barberías), al igual que en Grecia, se volverán un punto de reunión y de
sociabilidad importante para los romanos. La operación del afeitado de las
barbas era hecha sólo con agua y navajas de bronce afiladas con piedras,
("novaculae") o por medio de depilación con cera de abejas y pinzas
depiladoras. Además de cortarles el cabello, los masajeaban, les hacían
manicura y pedicuría, y los perfumaban. Los romanos pasaban varias horas en las
barberías para estos cuidados. E incluso en esa época los barberos comenzaron a
hacer también extracciones dentales. Los patricios, gente de mejor posición social,
tenían sus propios barberos dentro del conjunto de su servidumbre. Y las
mujeres contaban siempre con barberos personales entre sus esclavos. En el año
1096 los barberos de Francia formaron su primera guild, o gremio. En 1308 en
Londres se creó la Worshipful Company of Barbers, que tuvo un Master of
Barbers, Richard Le Barbour, quien una vez por mes visitaba y controlaba las
barberías para supervisar si las prácticas eran bien realizadas y controlaba si
los barberos estaban autorizados por el gremio. En 1371 los barberos franceses
formaron otra "guild" (corporation) que duró hasta la Revolución
Francesa.
LOS BARBEROS-CIRUJANOS:
Cuando se produce la caída del Imperio Romano
y los pueblos llamados por ellos "bárbaros" invaden Europa, todos
lucían muy afeitados. Pero los francos, visigodos, y los demás pueblos germanos
traen la moda de los cabellos largos y las barbas. En la Era Medieval, se
produce un ascenso importante en la actividad de los barberos. Todas las
operaciones quirúrgicas habían pasado a manos de los clérigos, quienes eran las
únicas personas ilustradas en la sociedad medieval. Los nobles, incluso, no
sabían en su gran mayoría leer ni escribir. Los clérigos toman como asistentes
de sus intervenciones médicas a los más capacitados para esa tarea, por
entonces: los barberos, quienes estaban ya familiarizados con extracciones
dentales y algunas otras curas menores. El Concilio de Letrán de 1123 prohibió
la práctica de la medicina a monjes y sacerdotes. En el Concilio de Tours de
1163, el Papa Alejandro III prohíbe a los clérigos seguir realizando
operaciones quirúrgicas. Y en 1215 el Papa Inocencio III lanza un anatema
contra los clérigos que practiquen cirujía. Se declara que extraer sangre de
seres humanos (la mayoría de las curaciones eran sangrías) sería, de allí en
más, un pecado de sacrilegio para los ministros de Dios. Como consecuencia, los
barberos pasan a tomar en sus manos íntegramente estas funciones. La profesión
de barbero adquiere entonces una categoría no conocida anteriormente. Y también
comienza, en el transcurso de los próximos 6 siglos, una lucha y una
competencia entre barberos y médicos cirujanos. Hasta la mitad del siglo XV los
barberos continuaron haciendo cirujías y todo tipo de curaciones, sin mayores
problemas. En 1450, en Inglaterra, los barberos, por decisión del Parlamento,
quedarían restringidos a sangrías, extracciones dentales y corte y cuidado del
cabello. En los siglos XVI y XVII, los barberos ocuparían altas posiciones en
las cortes reales. Una ordenanza de Enrique VIII los autorizaba a recibir una
vez por año cadáveres para diseccionar y estudiar anatomía humana. Enrique VIII
recibiendo a los barberos-cirujanos (1543), por Hans Holbein.
EL VERDADERO
ORIGEN DE LA INSIGNIA DE LOS BARBEROS
Se ha dicho que la insignia de los
barberos tiene su origen en el anuncio público frente a la puerta de sus
negocios, para hacer conocer a distancia al viajero fatigado y herido adónde
podía recurrir. Mientras las franjas blancas simbolizaban las vendas, las rojas
aludían al color de la sangre en flebotomías y sangrías. Pero ésto es sólo una
explicación parcial. Explica el significado del símbolo, pero no de dónde
proviene. Por qué un palo? En 1658 fue publicado un trabajo titulado
"Comenii Orbis Pictus", por un Obispo de Moravia, Iohannes Amos
Comenius, que se dice fue el primer libro escolar ilustrado e impreso. En una
de sus páginas, podemos ver la imagen del interior de una barbería. Un
barbero-cirujano le está practicando una flebotomía a un paciente. El paciente
sostiene con su mano derecha un bastón, el cual le permite tener su brazo
horizontal, y tiene una venda arrollada alrededor del bastón. Ese fue el motivo
de la insignia del barbero. Seguramente fue un instrumento de uso común en las
barberías, y ayudó fácilmente a identificar el lugar para el viajero. Lo que sí
es claro, es que el origen de este símbolo va muy atrás en el tiempo,
posiblemente hasta la Antigua Roma.
LIMITACION DEL OFICIO A TAREAS TONSURALES:
Hasta 1745, las corporaciones de cirujanos funcionaron junto con las compañías
de barberos. A partir de ese año, por decisión del rey Jorge II de Gran
Bretaña, las corporaciones serán separadas y los barberos deberán limitarse a
sus funciones de corte y arreglo del cabello. El rey Luis XIV en Francia tomará
la misma medida pocos años después. Esto producirá una declinación y una
pérdida de prestigio en la profesión de barbero. A partir de la 2a. mitad de l
siglo XVII, las barberías se vuelven lugares frecuentados por gente de bajo
nivel social, y los barberos pierden respeto y categoría social. LOS
PELUQUEROS: Sin embargo, inmediatamente un nuevo enfoque en los estilos de
cabello de la gente, hará que en a partir de la 2a. mitad del siglo XVIII, los
barberos vuelvan a tener importancia y relevancia en la sociedad. El creciente
uso de las pelucas en los hombres, y en las mujeres, a partir de 1fines del
siglo XVII, logrará que los barberos se transformen en peluqueros, es decir,
fabricantes y diseñadores de pelucas. Quienes, además de diseñarlas y
colocarlas, tendrían la tarea de mantenerlas en buen estado periódicamente. Las
pelucas del siglo XVIII fueron famosas por sus diseños espectalures y
elegantes. De a poco, todo el mundo comenzó a usar pelucas: los hombres,
pelucas generalmente empolvadas en un tono gris blancuzco, y las mujeres, a
partir de 1770, pelucas de todos colores que se fueron haciendo cada vez más
altas, hasta el final del siglo. El diseño de estas pelucas era una tarea
complicada, y se transformó en toda una industria de primerísima necesidad. Se
hacían de cabello humano, las más apreciadas, y las más baratas de fibra de
algodón o pelo de animales. Cuando la peluca era terminada de diseñarse se
perfumaba con flores cítricas y luego se espolvoreaba con almidón o talco
coloreado. Las fábricas de pelucas se volvieron importantes y empleaban mucha
gente. En Europa había factorías que tenían más de 600 empleados trabajando. El
incendio de una de estas fábricas de pelucas fue famoso en 1729 pues destruyó
casi completamente la ciudad de York, en Inglaterra. En la mitad del siglo 18,
un famoso peluquero inglés, Richard Arkwright, descubrió una fórmula para hacer
una tintura para pelucas que no se borraba con el agua. Luego, trabajando en
pelucas, Arkwright desarrolló una máquina para hilado de algodón que fue una
precursora de las modernas procesadoras. Barbería- peluquería en el siglo XVIII
EL RESURGIMIENTO DE LA PROFESION DE BARBERO:
Los peluqueros tuvieron su período
dorado durante el siglo XVIII, pero luego de la Revolución Francesa, como
rechazo al Ancien Régime, las pelucas comenzaron a dejar de usarse, y
resurgieron las tendencias de estilos basados en el cabello natural. En las
cortes y en los Parlamentos, sin embargo, se siguieron usando pelucas
empolvadas. Pero los peluqueros, durante el siglo XIX, comenzaron a trabajar
cada vez menos, pues ya el uso de pelucas no era masivo. Siguieron trabajando
en el corte, afeitado de barbas y diseño de peinados. A pesar de que ya no
estaban autorizados legalmente a hacerlo, en muchos lugares los barberos
todavía seguían practicando sangrías y extracciones dentales, especialmente en
los lugares donde no había profesionales de la medicina cerca. Pero a partir de
1850 esta costumbre desapareció totalmente. La profesión volvió a
reorganizarse, entonces, basada solamente en el cabello. Después de la segunda
mitad del siglo XIX, había peluquerías en todos los pueblos y en todas las
ciudades, y comenzaron a formarse también cadenas de peluquerías. Los barberos
comenzaron a tomar nuevamente prestigio social y la actividad tuvo un resurgimiento,
lo que motivó la búsqueda de nuevos stándards y regulaciones para darle más
jerarquía a la profesión. En 1886 se formó la Barbers' Protective Union en
Columbus, Ohio, y en 1887 la Journeymen Barbers International Union en Buffalo,
New York. Este gremio se llama hoy la Barbers, Beauticians and Allied
Industries International Association. Junto con los nuevas agrupaciones
gremiales, se formaron institutos de enseñanza de la profesión. Se necesitaba
controlar que hubiera un nivel de trabajo profesional, bajo el otorgamiento de
licencias y una instrucción y preparación adecuadas. Al comenzar el siglo XX,
los gremios comienzan a darle un nivel más científico a su profesión, con la
asistencia de químicos, quiroprácticos, anatomistas y biólogos. En 1924 se
fundó la Associated Master Barbers of America (AMBA) en Chicago. Este gremio
actualmente se llama Hair International. Cuando si inician los primeros viajes
en transatláticos, las líneas navieras proveen a sus pasajeros de un servicio
de barbería para lucir bien afeitados durante el viaje. Durante casi todo el
siglo XX las peluquerías fueron sólo para hombres o sólo para mujeres.
Culminando la década del '70, entre los hombres se ponen de moda cortes y
peinados con el cabello muy largo, con largas patillas y armados en permanente,
o laqueados. Las peluquerías tradicionales masculinas, en general, no atenderán
estos servicios, más acordes con la estructura de las peluquerías de mujeres, y
entonces los barberos expandirán su clientela y atenderán a hombres y mujeres
juntos. En la década del '80 serán cada vez más comunes las peluquerías unIsex,
y ya en los '90 este tipo de locales será lo más común. Actualmente todavía
existen peluquerías sólo para hombres o para mujeres, pero son la minoría. La
mayoría de los estilistas atienden a los dos sexos indistintamente." Fotos
Pedro Ángel Dávila David
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