Viernes 11
de mayo de 2018
Hora: 8 a 10
am
Lugar:
Emisora Comunitaria Tierra Libre
Programa de radio (((A Libre Voz)))
Una Ventana para mirarnos desde la historia de nuestro estado Trujillo.
HOY:
Conversando sobre el Espacio Museo, de la Casa de Los Tratados Bolívar y Sucre.
Muchas son
las figuras que nos miran desde sus respectivos óleos, muchos son ilustres trujillanos,
y otros personas que vivieron en nuestro estado, y que hicieron vida entre
nosotros. El día de hoy damos un extenso recorrido por esta sala, allí se
encuentran además de esas pinturas, muchos objetos, monedas, medallas, muebles,
artefactos, que tienen también su importancia histórica. No sólo es importante
observarlos allí, resguardados en sus vitrinas, sino conocer sus orígenes, qué
nos dicen desde su silencio añejo, cuál fue su función en esos tiempos ya
pasados.
En conversación
amena, el grupo de la Brigada Comunicacional, que produce y modera este
programa “A Libre Voz”, conformado por: el Ldo. en historia Marvin Albarrán (UNERMB/Casa
de los Tratados Bolívar y Sucre), María Isabel Daban, Pedro Ángel Dávila David
(Promotores Culturales de la Casa de los Tratados Bolívar y Sucre),y el docente
José Gregorio Azuaje(E.B. Américo Briceño Valero),hablaron sobre uno de los
personajes más emblemáticos de nuestro Estado Trujillo, se trata del sabio
Rafael María Urrecheaga; su vida, sus estudios, sus inventos, sus aportes;
fueron tratados por el Ldo. Marvisn Albarrán,
en conversación con el resto de los moderadores.
Cada viernes
el recorrido necesario por esta casona y todo lo que ella contiene es una tarea
educativa, formativa, patrimonial y de
amplia difusión para ese pueblo trujillano que merece conocer y reconocer lo
que hace grande a nuestra Patria Chica.
Dejamos unos
retazos de esa historia escrita por
Benigno Contreras, y publicada en un diario trujillano.
HISTORIA
TRUJILLANA
El sabio Br.
Rafael María Urrecheaga
19 de
Septiembre del 2010.
BENIGNO
CONTRERAS
Su referencia territorial fue
exclusivamente regional, pero, su sabiduría fue más allá tramontando lo
internacional. Parece una contradicción, sin embargo, la realidad es que Rafael
María Urrecheaga no salió de Trujillo, desde la formación de su cimiente vida
intelectual, más sus conocimientos se vincularon con el mundo de la invectiva
universal, representando su gran sabiduría.
Su lugar de nacimiento fue la población
de La Mesa de Esnujaque, el 21 de agosto de 1826, siendo hijo del vizcaíno Domingo
Urrecheaga y de Juana Bautista de La Torre. Su tío, el presbítero Venancio de
La Torre, cura de Barinas -Estado Zamora en aquel tiempo- lo tuvo en "La
Luz" (pueblito donde moraba el tío) para formarlo en los conocimientos
preliminares de su vida, luego de lo cual se fue a Mérida donde recibió el
Título de Bachiller en Filosofía y Letras. Se regresa a su terruño natal sin
aspirar título universitario que, sin embargo, no le desmereció nunca. Su
vocación está en su propia condición de autodidacta lo cual lo plena como una
mente universal, sin necesidad de desprenderse de su tierra, como en efecto
sucedió, pues, a los 21 años de edad decide trasladarse a la capital de
Trujillo, para consagrarse definitivamente.
Joven y entusiasmado de su saber abre
una escuela, en 1848, para abrirle paso a sus conocimientos hasta el extremo
tal que no pasan desapercibidos y, dos años después, lo llevan a engrosar la
fila de los académicos del Colegio Nacional de Varones, nada más y nada menos
que regentando las cátedras de Filosofía, Matemáticas y Gramática. Una
"luz" para el citado Colegio que venía trasteando por carencia de
preceptores y una virtud para el prócer Cruz Carrillo quien, no se caracterizó
precisamente por ser hombre de "luces", sin embargo, tuvo la
inteligente intuición de acomodarlo en su tierra; le obsequió una casa,
conocida como "La quinta", para el reposo y las reflexiones de aquel
sabio que comenzaba a despuntar como tal (1). Cruz Carrillo fue un gran mentor
de la educación en la etapa de su gestión como Presidente del Estado y en una
época en que la educación estaba absolutamente abatida. Urrecheaga comienza su
vida plena en la educación secundaria y hasta la universitaria, cuando el
Colegio fue erigido en Universidad. En 1852 ya era Vicerector y daba clases de
Matemáticas y Geografía. En 1898 dictaba, además de Francés, Trigonometría y
Geometría; también dictó clases de Latín. Luego en la gestión de Guzmán Blanco,
conociendo éste de sus credenciales, es nombrado Rector del Colegio y Universidad
de Trujillo. También fue co-fundador de un Colegio privado llamado
"Mendoza", en 1884, conjuntamente con Rafael Rosales, para la
especialidad de Educación Mercantil, pero cierra, en 1899, por culpa de la
guerra (2). Luego, el presbítero José M. Rosario abre, conjuntamente con
Urrecheaga, otro Colegio con el nombre de "Progreso", de poca
duración.
Pues bien, este sabio trujillano que se
dedicó a la docencia por casi 50 años, manejaba a su gusto los idiomas de
Francés, Inglés, Alemán, Vasco, el griego y el latín, y es de él una
interesante anécdota ilustrativa que resaltó el periodista Joaquín Delgado en
su columna "Infórmese": "Una de esas tardes acertó pasar jinete
en buena mula, uno de esos viajeros alemanes de nacimiento, que trabajaban en
las casas de Maracaibo, Breuer, Moller, Blohm, Van Diesel, etc, y al saludar el
alemán al venerable anciano que le pareció una vieja estampa de la tierra de
Israel, Don Rafael María Urrecheaga contestó al saludo en Alemán castizo, valga
la expresión. Asombrado el viajero que hubiera en esta humilde provincia un
hombre que hablara alemán tan puro, frenó su bestia y se acercó hasta el
humilde patriarca; entonces la conversación se engolfó en el idioma de Goethe y
de Warner; hablaron de todo, .luego vino una amistad muy cara entre los dos
hombres.."(3). Era un gran Gramático y, sobretodo, un consumado Lingüista
y, como dice su discípulo y también sabio trujillano Br. Américo Briceño
Valero, le hablaba en el idioma respectivo a los extranjeros residentes, a los
curas se dirigía en latín y a los científicos en griego, teniendo
correspondencia con académicos de Londres y París. Pero, lo más significativo
para la historia trujillana fue que rescató el conocimiento sobre la lengua de
nuestros antepasados indígenas Timoto-cuicas cuando tradujo el poema ancestral
titulado: "Canto guerrero de los Cuicas" y, al respecto también
escribe el "Poema épico" referido a la primera fundación de Trujillo.
Mas, no sólo eso, sus conocimientos sobre Matemáticas y las Ciencias Exactas
tramontaron las montañas andinas y a Europa, y hasta Estados Unidos, fueron a
dar sus apreciaciones científicas, tanto es así que les resolvía problemas
algebráicos y geométricos; la misma Sociedad Matemáticas de Londres le obsequió
un premio de cien libras por haberles resuelto un problema, según acota Briceño
Valero (4). Por ese conocimiento, calculó un camino que se conoció como la
"carreterita", apoyada económicamente por Guzmán Blanco, a quién se
dirigió para su construcción, desde Puente Machado hasta Valera que en el
futuro se convirtió en el paso vehicular que sólo existía en la imaginación de
aquel Julio Verne trujillano, como lo refiere Joaquín Delgado.
Sin embargo, hay algo que le dimensiona
su portentosa sabiduría, según escriben sus biógrafos, y es el hecho de haber
estudiado a profundidad la tesis de Arquímedes. Vamos a darle la palabra al
mismo Briceño Valero: "Inventó y construyó una máquina térmica
economizadora de vapor aplicable a las locomotoras y demás motores de
evaporación del agua, modificación que se halla entonces en las máquinas de
vapor. Aplicó el principio de Arquímedes a la navegación aérea y, decía él, que
si le fuera posible obtener un motor liviano y flexible para aplicarlo a su
máquina aerostática, volaría en la atmósfera como los pájaros.de este motor de
explosión dispusieron los hermanos Wrigth, en los Estados Unidos
angloamericanos, y por eso figuran ellos como los inventores de los aeroplanos,
cuando, en verdad el inventor de la navegación aérea es don Rafael María Urrecheaga,
trujillano, nativo de un pueblo encastillado en las serranías de los Andes
venezolanos" (5). O, como escribió Mario Briceño Iragorry de sus estudios:
"Sin conocer el mar, estudió las mareas y calculó la posibilidad de
utilizar las fuerzas de las olas como potencia industrial. Los planos que al
efecto levantó, fueron enviados al Ministerio de Fomento para su protección.
Del Ministerio desaparecieron y es fama que alguien los patentó en Estados
Unidos" (6). Pero, qué se podía esperar de la época que le tocó vivir
donde los escenarios de las guerras intestinas y estúpidas eran el "pan de
cada día", donde las oligarquías conservadoras y liberales hicieron de
Venezuela el escenario exclusivo para imponer sus intereses o banderías
partidistas y donde la ignorancia era el sustento necesario para acompañar a
los caudillos, porque, como siempre pasa, los "exquisitos" de los
momentos, con su egoísmo, no conciben el saber sino sólo para su exclusivismo
-esto se ve, incluso, en estos momentos donde los nuevos "doños
florindos" y "doñas florindas" se angustian porque hoy día se
habla de abrir las universidades a la "chusma"-. En una época donde
se premiaba el "oscurantismo político" la sabiduría de un hombre como
Rafael María Urrecheaga quedaría sólo para ser desconocida.
Como hombre de letras y cultivador de la
poesía la prensa le era importante y fundamental. Fue un constante colaborador
de "El trujillano" y como tal escribió un ensayo titulado
"Periodismo" donde, ponderando su necesidad en la construcción y
adelanto de los pueblos y su actitud moral y educativa sobre la política y los
gobiernos, señalaba: "El periodismo es el terreno vasto y fecundo donde el
hombre de talento y de patriotismo implanta sus semillas, que germinando
después poderosamente, adquiere un gran desarrollo, formando luego el hermoso y
opulento árbol, cuyos frutos son: el poderío de la Nación, la riqueza pública y
privada, la enseñanza del pueblo y en una palabra, el placer y el encanto de
una asociación" (7). En el "Eco liberal" del 19 de enero de 1895
hace una extensa exposición que llamó "Honras seculares al Gran Mariscal
de Ayacucho" y entre sus palabras se destacan: "¿Quiera el Cielo
conceder a Venezuela el inapreciable don de ser madre de una nueva progenie de
héroes y virtuosos patricios, cuando quiera que peligre la libertad o la
Independencia de la Patria, y que renazcan en su suelo, si acaso se han
extinguido, el patriotismo y la virtud que fueron patrimonio de la pasada
generación" (8).
Rafael María Urrecheaga fue, a lo mejor,
un hombre desubicado en su tiempo o un predestinado, como escribieron, a quien
le cupo el placer de llegar a una institución que, como el Colegio de Varones
de Trujillo, cubrió una etapa gloriosa de la enseñanza trujillana. Murió a los
81 años, el 21 de agosto de 1907, recogido en ese lar que, a pesar de todo, le
brindó grandes satisfacciones. Allí fundó su hogar con la trujillana Rosalía
Testa Durán con la cual procreó varios hijos, rodeado de sus amigos y
admiradores pero que, como dijimos, la incidencia torpe del desarrollo político
no lo supo dimensionar, según se lo merecía. A su muerte su legado intelectual
no recibió la atención esperada y sus manuscritos fueron a parar a los estantes
de las pulperías. Se decía que, de repente, alguien se conseguía que el
envoltorio de una panela lo constituía una de sus hojas manuscritas; a duras
penas se logró salvar lo que compuso sobre el legado Timoto-cuicas. Olvidado en
el tiempo y desmerecida su labor, apenas el nombre de una escuela subrayaba su
nombre, tanto es así que, en 1948, a cien años del comienzo de la labor
educativa de aquel ilustre hombre, Mario Briceño Iragorry, quizás molesto,
acusaba: "¿Por qué no se ha colocado en la galería de retratos de este
Ateneo -el de Trujillo- la figura gloriosa de don Rafael María Urrecheaga?..Y
fue Mario Briceño Iragorry quien hizo la sugerencia a la directiva del Ateneo
de que sin tardar se procediera a hacer un homenaje aunque tardío, al ilustre
sabio trujillano Rafael María Urrecheaga, humanista y políglota que consagró lo
mejor de su existencia a la ardua labor educacional de nuestro medio" (8).
NOTAS: (1) Varios. Vida y semblanza de
Don Rafael María Urrecheaga. Pág. 8 (2) Contreras, Benigno. La educación
trujillana en el siglo XIX. (3) Joaquín Delgado. "Provincia". 1950.
(4) Varios. Vida y semblanza..pág. 16 (5) Idem (6) Presencia e imagen de
Trujillo, pág. 277 (7) Varios: Vida y semblanzas.. (7) Rafael Ramón
Castellanos. Historia del periodismo trujillano en el siglo XIX, pág. 141 (8)
Joaquín Delgado. "Provincia" 1950.
Texto y Fotos: Pedro D+àvila
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