Jueves de enero 2020
Hora: 10 am
Lugar: Salón Cátedra/Casa de los Tratados Bolívar y Sucre
ACTIVIDAD FORMATIVA:
Proceso Político de Venezuela en el siglo XX/Generación del
28
En el marco de la celebración del 23 de enero, donde se da
la caída del Dictador Marcos Pérez Jiménez y el Nacimiento del sistema
democrático, la Directora de la Casa de los Tratados Bolívar y Sucre, Lda.
Darcy Abreu, enlazó estos temas importantes de la Venezuela que venía en la
búsqueda de una sociedad más igualitaria, una sociedad donde se incluyera a
todos para la transformación de la Patria de Bolívar y Miranda..Ésta actividad formativa fue dirigida al personal que labora en ésta institución histórica.
Aquella generación
del 28 tuvo un líder Pio Tamayo,
formador e incitador, para que Venezuela
y los venezolanos iniciaran así el camino por otros derroteros, rumbo a lo que
sería más tarde la Democracia.
Igualmente, el estudiante del PNF de Historia de la UNERMB,
y activador Cultural del Instituto de la Cultura y de las Artes del Edo.
Trujillo, Rafael Mendoza, en su intervención habló sobre el Pacto de Puntofijo.
Recordemos qué sucedió en aquellos tiempos.
La Generación del 28
Con el nombre de Generación
del 28 se identifica al grupo de universitarios que protagonizaron en el
carnaval caraqueño de 1928 un movimiento de carácter académico y estudiantil
que culminó, por diversos conductos, en un enfrentamiento con el régimen de
Juan Vicente Gómez. Lo que fue inicialmente un proyecto restringido al ámbito
de la Universidad, se transformó en una propuesta destinada a la modificación
del régimen político y a un cambio en los fundamentos de la sociedad y la
cultura venezolanas.
En un primer momento,
los jóvenes ingresados en la Universidad Central entre 1923 y 1925
reconstituyen los organismos de representación inmediata, es decir, los centros
adscritos a las facultades de Medicina, Derecho e Ingeniería. Luego promueven
la reconstitución de la Federación de Estudiantes de Venezuela, organismo
coordinador de los centros y su máxima representación, hasta entonces
suspendido por una disposición que databa del gobierno de Cipriano Castro.
Destacan como organizadores en esta nueva etapa: Jacinto Fombona Pachano, su
primer presidente; Raúl Leoni, su segundo presidente; Elías Benarroch, Isaac
Pardo, Miguel Otero Silva, Juan José Palacios, José Tomás Jiménez Arráiz y
Rafael Enrique Chirinos. Movidos por la penuria de actividades culturales,
efectúan ciclos de conferencias que apoya con interés el rector Diego Carbonell
y fundan la revista La Universidad, vocero de corta trayectoria. Influenciados
por la lectura de Residencia, órgano de los estudiantes de la Universidad de
Madrid, proyectan la construcción de La Casa de Bello, como sede de estas
actividades culturales y a la vez albergue para estudiantes de escasos recursos
económicos.
Con el objeto de
recaudar fondos para la realización de este plan, en el carnaval de 1928 se
organiza La Semana del Estudiante, en cuyo programa destacan los siguientes
actos: a) desfile desde la Universidad hasta el Panteón Nacional, en homenaje a
los próceres; b) coronación de la reina de los estudiantes Beatriz I (Beatriz
Peña), en el teatro Municipal; c) recital de la juventud, en un teatro
capitalino; d) concentración juvenil en La Pastora; e) preparación de una
becerrada que no se realizó por el sesgo que tomaron los acontecimientos.
Debido a la
participación de Pío Tamayo, antiguo exiliado político, luchador popular en el
exterior y uno de los introductores del marxismo en Venezuela, quien en la
coronación de Beatriz I lee un poema juzgado como subversivo por las
autoridades; a las primeras intervenciones de los estudiantes de derecho,
Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Joaquín Gabaldón Márquez, también
estimadas como inconvenientes por los cuerpos de seguridad, y al «acto
irrespetuoso» de Guillermo Prince Lara, quien rompe una lápida conmemorativa de
una obra del gomecismo; el Gobierno reprime los festejos, encarcela a Tamayo y
a los jóvenes que peroraron en los actos públicos y son conducidos a La
Rotunda. Ante la inesperada reacción oficial y como acto solidario frente a lo
que consideran un injusto cautiverio, el resto de los estudiantes se entrega
espontáneamente a la policía. El Gobierno los traslada al castillo de Puerto
Cabello; 214 jóvenes permanecen detenidos en la fortaleza durante 12 días,
hecho que hasta entonces nunca había ocurrido en el país. La Universidad de Los
Andes reacciona frente a los sucesos y en las principales ciudades se levanta
una ola de protestas que hace ceder al Gobierno. Cuando retornan los
estudiantes a Caracas, el pueblo los vitorea, mientras repudia sin cortapisas
la acción represiva que se había tomado. Acaso es en esta aproximación entre la
masa y los universitarios excarcelados donde se encuentra el germen de un nuevo
intento de oposición al gomecismo. Se localiza la primera etapa de tal intento
en el vínculo que algunos estudiantes (Juan José Palacios, Francisco Rivas
Lázaro, Fidel Rotondaro y Germán Tortosa, entre otros) efectúan con jóvenes
oficiales del Ejército para planificar un golpe de Estado que debía realizarse
el 7 de abril de 1928. La conspiración fracasa, pero marca una participación
más activa de los estudiantes en la lucha política.
Con el objeto de
obtener la libertad de sus compañeros detenidos a raíz del intento de
sublevación del 7 de abril, un grupo de estudiantes redacta, en octubre de
1928, un enfático documento que pide al presidente Juan Vicente Gómez la
reconsideración de sus severas medidas. Sólo obtienen como respuesta una
inmediata orden de captura. Ante la indignación popular, traducida en ruidosas
manifestaciones, cerca de 200 estudiantes son conducidos a las colonias de
Araira, sitio en el cual se construye un tramo carretero, para que paguen con
trabajos forzados su inmiscuencia en la política. Aquellos que son considerados
más peligrosos (Pedro Juliac, Rafael Chirinos, Ricardo Razetti, Antonio Sánchez
Pacheco, Antonio Anzola Carrillo, Clemente Parparcén, Eduardo Celis Sauné,
Enrique García Maldonado, Guillermo López Gallegos, José Antonio Marturet, Juan
Yáñez, Luis Felipe Vegas, Luis Villalba Villalba, Nelson Himiob e Inocente
Palacios) son segregados del grupo y conducidos al inhóspito presidio de
Palenque. El resto es trasladado al castillo de Puerto Cabello, donde
permanecen hasta principios de 1929. Esta segunda estada en el castillo los
vincula todavía más a la actividad política y les abre la posibilidad de un
estudio diferente y crítico de la realidad nacional. En torno de Pío Tamayo y
de Rafael Arévalo González, veterano luchador antigomecista, quienes se
encuentran recluidos con ellos, forman 2 círculos de estudios, de orientación
antagónica, a través de los cuales aprenden los rudimentos del materialismo
histórico y se enteran de los movimientos recientes en el seno de las
democracias occidentales. Posteriormente, desarrollan charlas sobre la historia
y los problemas de Venezuela. A los pocos meses, la mayoría de los estudiantes
que intervinieron en los acontecimientos de 1928 son expulsados del país.
Entre 1929 y 1936
viven un exilio que constituye el complemento ideal en el proceso de su
formación. Los grupos más numerosos y compactos, residentes en el Caribe,
España y Francia, generan los partidarismos contemporáneos, la renovación del
conocimiento científico y social, así como un cambio sustancial de la oposición
tradicional y participan en proyectos contra el gobierno de Gómez, que se
traducen en sonados hechos tales como, en 1929, el asalto a Curazao (José Tomás
Jiménez Arráiz, Miguel Otero Silva, Pablo González Méndez y Guillermo Prince
Lara) y la Expedición del Falke (Julio MacGill, Rafael Vegas y Armando Zuloaga
Blanco).
Los estudiantes del 28
regresan a Venezuela después de la muerte de Gómez y al principio (1936-1940),
actúan como un grupo homogéneo. Por lo menos intentan desarrollar proyectos
comunes. Sin embargo, lentamente comienzan a escindirse en banderías políticas
distintas. Algunos se apartan de la vida pública, movidos por su particular
vocación profesional y otros se incorporan al mundo de los negocios. En el seno
de los subgrupos más combativos se aclimata la semilla de Acción Democrática y
del Partido Comunista de Venezuela. Quienes se inclinan por la creación
artística (Guillermo Meneses, Miguel Otero Silva, Nelson Himiob, Antonio
Arráiz, Felipe Massiani, Gabriel Bracho Montiel, Carlos Eduardo Frías) y la investigación
social (Carlos Irazábal, Rodolfo Quintero, Miguel Acosta Saignes, Isaac J.
Pardo, Juan Bautista Fuenmayor, Juan Oropeza, Joaquín Gabaldón Márquez, Augusto
Márquez Cañizales, Héctor Parra Márquez y Elías Toro), sientan las bases para
un cambio de perspectiva en relación con las pautas predominantes en el país
hasta el término del gomecismo. Venezuela contemporánea debe mucho a su
contribución en este sentido. E.P.I.
BIBLIOGRAFÍA: ACEDO DE
SUCRE, MARÍA DE LOURDES y CARMEN MARGARITA NONES MENDOZA. La generación
venezolana de 1928: estudio de una élite política. 2ª ed. Caracas: Fundación
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Escuela Técnica Popular Don Bosco, 1976; ARCILA FARÍAS, EDUARDO. 1928: hablan
los protagonistas. Caracas: Fondo Editorial Tropykos, 1990; ARMAS, SOCORRO. «La
generación del 28, la FEV y el movimiento político de 1936». EN: Partidos,
democracia y revolución. Caracas: Consejo Supremo Electoral, 1992; FERNÁNDEZ,
CARLOS EMILIO. Hombres y sucesos de mi tierra, 1909-1935. 2ª ed. Madrid:
Talleres del Sagrado Corazón, 1969; GABALDÓN MÁRQUEZ, JOAQUÍN. Memoria y cuento
de la generación del 28. Caracas: Concejo Municipal del Distrito Federal, 1978;
MÉNDEZ SALCEDO, ILDEFONSO. «Los del 28: ¿una generación o un movimiento de
oposición y renovación?» EN: Seis temas de historia venezolana. Caracas: s.n.,
1995; MOGOLLÓN, EUSTORGIO. Boinas y fusiles: movimiento cívico militar del año
28 contra Gómez. Maracay: s.n., 1988; MONTILLA, RICARDO. La generación del 28 en
la historia de Venezuela. San Juan de los Morros: Gobierno del Estado Guárico,
1964; PEREIRA H., PEDRO N. (Firmado con el seudónimo Pedro Hene). En la
prisión: los estudiantes de 1928. Caracas: Ediciones de la Librería Santos
Luzardo, 1952; RODRÍGUEZ, MANUEL ALFREDO. La revista Oriflama y el espíritu del
28. Caracas: Ediciones Centauro, 1987; SOSA, ARTURO y ELOI LEGRAND. Del
garibaldismo estudiantil a la izquierda criolla: los orígenes marxistas del
proyecto de AD (1928- 1935). Caracas: Ediciones Centauro, 1981; TORREALBA
LOSSI, MARIO. Los años de la ira. Caracas: Editorial Ateneo de Caracas, 1979;
UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA. DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN, INFORMACIÓN Y
DOCUMENTACIÓN. La generación del 28: bibliografía. Caracas: La Universidad,
1978; VILLALBA, JÓVITO. La generación del 28. Caracas: Concejo Municipal del
Distrito Federal, 1978.
Los nombres en
negrillas reflejan la existencia de estas voces en el Diccionario de Historia
de Venezuela en sus versiones papel y multimedia.
Tomado
de la [Fundación Polar] [Historia para nosotros
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